Según la filosofía yóguica, la energía no se mueve libremente por nuestro
cuerpo sutil, sino que circula por unos canales específicamente diseñados para
tal fin. Estos conductos por los que circula el “prana” reciben el nombre de nadis,
que quiere decir tubos en sánscrito.
La fisiología yóguica se basa en la observación introspectiva de los
procesos que se desarrollan en el cuerpo, y en la circulación de las energías
en éste. En lo relativo al pranayama,
este método era sin duda alguna el único del que disponían los yoghis para
percibir y estudiar en su organismo las corrientes sutiles de prana. Observemos, por ejemplo, que hay
dos maneras de descubrir el nervio ciático. El método occidental consiste en
disecar un cadáver y seguir el trayecto del nervio en toda su longitud. El otro
método es el que utilizan las personas que sufren ciática: “sienten” el
trayecto del nervio a lo largo del muslo y hasta el extremo del pie, porque el
nervio está irritado. Los yoguis, al desarrollar su poder de percepción
interna, perciben el trayecto de la circulación de energía en su organismo a lo
largo de los nadis. Todo su
conocimiento del cuerpo sutil se basa en esta observación interior: a partir de
ella los han representado gráficamente.
La primera es sencilla. Forma parte de la obra “The Serpent Power” de Arthur Avalon. Es la
representación más común que podemos encontrar en diversas obras que tratan
sobre yoga o los chakras.
La otra es de una chocante complejidad. Se trata de un pergamino antiguo
que muestra el trazado de los principales nadis
y la situación de los chakras. Da una
idea de la complejidad real del entramado energético y del desarrollo de los
conocimientos de los yoguis
en el dominio de la circulación de las energías sutiles en el cuerpo.
Entendamos que los nadis son muy
numerosos, algunos tratados hablan de 72.000, otros de 350.000. Estos números
no deben tomarse al pie de la letra, como tampoco el número de asanas, estimado en 84.000.
Entre el gran número de nadis que
sirven de conductos de prana, se
citan 72 como los más importantes. Entre éstos, 10 son los principales:
- Ida, Pingala
y el tercer Sushuma. Ida está
situado en la región izquierda, Pingala
a la derecha, y Sushuma en el
medio.
- Gandhari acaba en el ojo izquierdo. Hastijihva acaba en el
ojo derecho.
- Pusha termina en la oreja derecha, Yashasvini en la oreja izquierda.
- Alambusha termina en la boca.
- Kuhu está situado encima del pene, Shankini en el muladhara (ano).
Debemos acordarnos sobre todo de Ida,
Pingala y Sushuma; y saber que los otros siete están relacionados con los
orificios del cuerpo y los órganos de los sentidos: ojos, orificios nasales,
orejas, boca, ano, orificio de los órganos genitales, en total nueve nadis principales, más el décimo, sin
duda el más importante, que atraviesa
todo el cuerpo, desde el ano hasta la coronilla, Sushuma. Los escritos están de acuerdo en situar Ida la izquierda (ventanilla izquierda)
y Pingala a la derecha (ventanilla
derecha), desde donde descienden por la columna vertebral para alcanzar el
origen común de todos los nadis, Kanhan, que tiene la forma de un huevo y
está situado encima del pene y debajo del ombligo” (sacro). Ida une de hecho el testículo izquierdo
(ovario en la mujer) con la ventanilla izquierda, corriendo a la izquierda de
la columna vertebral. Ida es lunar y
se llama también Chandra nadi (chandra = luna). Pingala es su homólogo de la derecha. Es el nadi solar o Surya nadi
(surya= sol). Este origen de Ida
y Pingala en las ventanillas nasales
nos muestra su papel especial en la práctica del pranayama, puesto que controlan los principales orificios de
entrada del prana en el cuerpo
humano.
Cristina Herrero es profesora de aomm.tv.
No hay comentarios:
Publicar un comentario