Algunos profesionales del yoga sostienen que el estrés y las cargas emocionales, suelen ser la causa del dolor de espalda. En este sentido la activación del sistema nervioso parasimpático que produce la práctica de yoga, resulta de gran ayuda para relajar los nervios y los músculos profundos que pueden ser la causa del dolor. Por otro lado, existen otros factores importantes más allá de las emociones como son la postura, la debilidad muscular, así como un excesivo tono muscular.
Los hábitos posturales son fundamentales. La curva natural en forma de S de la columna vertebral actúa absorbiendo los golpes de la presión ejercida en las vértebras al caminar, por ejemplo. Cuando estas curvaturas naturales se aplanan o arquean demasiado, se pueden comprimir las vertebras y los discos intervertebrales, produciendo irritación y dolor en los nervios que salen de la columna (éste es el caso del dolor de ciática). Los movimientos que se producen en la columna vertebral de flexión, extensión, inclinación y rotación, ayudan a movilizar y humedecer los discos intervertebrales, y les aporta oxígeno y otros nutrientes necesarios para mantenerlos sanos.
Una curvatura lumbar excesiva (hiperlordosis) o su contraria curvatura dorsal (hipercifosis) son causa segura de dolor de espalda. La hipercifosis o gibosidad suele traer adosada unos hombros caídos y rotados hacia dentro y la cabeza proyectada hacia delante. Esto provoca que la musculatura del cuello tenga que realizar un trabajo extra para sostener la cabeza, lo que se traduce en dolor en la parte posterior del cuello, parte superior de la espalda e incluso dolor de cabeza. Cualquier desequilibrio postural en el cuerpo produce que unos músculos se contraigan en exceso acortándose y sus antagónicos por el contrario, se mantengan excesivamente laxos. La práctica regular de yoga devuelve al cuerpo su postura correcta, relajando y estirando los músculos contraídos en exceso y fortaleciendo los que se encuentran debilitados.
La conciencia corporal y la atención a tu postura son claves a la hora de mantener una espalda sana y sin dolores. Tal vez no te hayas percatado de la manera en que te sientas en una silla, redondeando la zona lumbar y encorvando la espalda hacia delante. Simplemente tomando conciencia de la postura en la que se encuentra tu cuerpo cuando caminas, permaneces de pie o sentado, el movimiento que haces para levantarte de la cama o coger un objeto pesado, puedes aliviar o evitar muchos dolores de espalda. Esta conciencia sobre la alineación se aprende de forma natural con la práctica de las asanas.
Se ha descubierto gracias a diferentes estudios que la práctica de asanas y meditación reduce el dolor en personas con dolor de espalda, fibromialgia y otras enfermedades. Particularmente, la práctica de la meditación mejora la capacidad de tolerar el
Sea cual sea tu caso, si sufres algún tipo de dolencia o lesión, desde aomm.tv te recomendamos que acudas a un profesional del yoga, que trate tu caso de manera individual y te ayude a comprender por qué se ha producido ese dolor, de qué manera puedes aliviarlo y enfrentarte a él para restablecer el equilibrio en tu cuerpo y en tu mente.
Cristina Herrero es profesora de aomm.tv.
Muy interesante. Hay muchas cosas que podemos hacer para mejorar la salud de nuestra espalda y una de las mejores es practicar yoga. Personalmente sufro de unas ligeras hiperlordosis e hipercifosis -sí, las dos-, y paso muchas horas sentada por mi trabajo. El yoga es una maravillosa medicina para mi espalda.
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